
Hemos hablado de los pobladores extraordinarios que llenan las páginas de los cuentos populares y el imaginario colectivo de los pueblos. Seres mágicos o preternaturales que habitan en el sidhe céltico y regentan los cuatro elementos.
¿Pero quiénes son exactamente?
Paracelso, alquimista y filósofo hermético del s. XVI, creía que cada uno de los cuatro elementos naturales primordiales (agua, tierra, aire y fuego) está poblado por seres, y al igual que la naturaleza visible está habitada por numerosas criaturas en su equivalente invisible y espiritual habitan, según Paracelso, seres peculiares a los que ha denominado espíritus de la naturaleza. Denominados como “elementales” los clasificaba en cuatro grupos que él llamaba gnomos, ondinas, silfos y salamandras.
Antiguas civilizaciones como Egipto, China, India, Grecia y Roma, han creído en estos pobladores de la Naturaleza, espíritus a los que se tenía en alta estima y se les rendía culto como a deidades. Muchos expertos creen que algunos de los dioses que los pueblos paganos adoraban, eran realmente seres elementales, habitantes del mundo feérico, del sidhe celta.
Sidhe es el nombre céltico que hace referencia a los montículos sobre los que se asientan los monumentos megalíticos, pero también otros lugares como fuentes, ríos, lagos o ruinas y son la puerta de acceso al refugio y reino de las hadas.
El nombre hada deriva del sustantivo latino fatum, que significa oráculo, destino o suerte. Se dice que de todos los seres elementales, las hadas, son el reino más abundante. Son encarnación del alma de la naturaleza y asumen las cualidades de los elementos que las originan.
Fairy en inglés, Sidhe Daoiney en Irlanda, son una especie antigua y aristócrata. Las Fées son las hadas francesas que nacieron al comienzo de los tiempos, antes incluso que los mares o las montañas. Las Fate en Italia y hasta Croacia habitan en bosques, grutas y aguas protegiendo los espacios en los que viven.
Aquí, en España, las hadas adquieren diferentes nombres según la zona en la que habitan, mouras en Galicia y el Bierzo, xanas en Asturias, anjanas en Cantabria, lamias en Navarra y el País Vasco, dones en Cataluña y encantadas o hadas en general en el resto de la península.
Todos estos seres pobladores del mundo feérico, del Reino secreto de la también nutrida fantasía, acompañan al hombre desde antiguo, cuando la Naturaleza era algo más que el medio del que disponer para satisfacer necesidades; por contra era un Reino por sí mismo, un Reino vivo, lleno de posibilidades y misterios, al que temer y respetar.
A día de hoy que hemos dado la espalda a toda posibilidad mágica, a toda razón que no sea puramente lógica, el mundo de los elementales se ha ido reduciendo igual que nuestra propia conciencia espiritual y sólo encuentra eco en los cuentos o en los sueños de los niños y las mentes inquietas.
Sin embargo, las hadas, siguen trayendo hasta nuestros días las historias que tienen lugar en su mundo, siempre dispuestas a hacer arder el corazón de aquellos que sepan escuchar.
Bibliografía: “Las enseñanzas secretas de todos los tiempos” Manly P. Hall
” Vida, secretos y costumbres del mundo encantado de las Hadas” Teresa Martín
“Los Celtas, Héroes y Magia” Gonzalo Rodríguez García
“La comunidad secreta de los elfos, los faunos y las hadas” Robert Kirk






