
Los selkies son unas criaturas mitológicas del folclore popular escocés, irlandés, de las islas Feroe y en menor medida de Islandia. Cuando hablamos de seres feéricos marinos, los selkies suelen ser los grandes olvidados aunque en la cultura popular de estos pueblos gozan de gran importancia.
La palabra selkie deriva del escocés antiguo selich y significa foca.

Al contrario de lo que sucede con otros seres mitológicos más conocidos como las sirenas, los selkies, tienen un carácter afable y bondadoso y pueden como otras criaturas mágicas transformarse. En cuanto un selkie llega a tierra o descansa sobre una roca cerca de la orilla se transformará en un ser humano al dejar su piel de foca.
Cuentan las leyendas que los selkies pueden ser dominados escondiendo su piel de foca, pero en el momento en que la encuentren o la recuperen han de volver irremediablemente al mar para no regresar a tierra jamás.
Tanto los selkies machos como las hembras poseen en su forma humana una belleza y un encanto inigualables.
Casi todas las historias selkies que pueblan el imaginario de los habitantes de las costas hacen referencia a tragedias románticas, habituales entre los seres del mar y de la tierra.

Normalmente los selkies masculinos solían cautivar y seducir a las solitarias mujeres de los pescadores que tantas lágrimas vertían al mar, mientras que en el caso de las selkies femeninas aunque también se cuentan historias en que seducen a hombres por pura diversión, normalmente son las protagonistas de trágicas historias en las que se ven obligadas a permanecer junto a un hombre mientras él posea su piel.
Un selkie que pierde su piel queda a merced de la persona que la posea pero independientemente de lo feliz que llegue a ser con dicha persona o si tiene hijos o no, en cuanto recupere su piel, deberá volver al hogar perdido tal y como sucede en la historia narrada en iVoox “La esposa selkie” que podéis escuchar pinchando aquí.
Hay varias teorías folcloristas que pueden explicar el origen de la creencia en los selkies, el folclorista escocés David MacRitchie considera que los primeros colonos en Escocia se debieron encontrar o incluso casar con mujeres finesas o laponas que ataviadas en pieles de foca y navegando sobre kayaks hechos también de piel de animales podrían parecer seres mágicos. Aquellos habitantes de tierras del norte al llegar a las costas tendrían que quitarse las mojadas pieles con las que navegaban dando origen así a la leyenda que dice que el selkie se transforma en humano al desprenderse de su piel de foca.
Otra creencia arraigada es que los selkies se forman a partir de las almas de gente ahogada y hay que tener en cuenta que eran numerosos los naufragios y desapariciones marítimas en aquellas agrestes costas.
Sea como fuere los selkies son habitantes fascinantes de la mitología marítima, menos conocidos que otros y sin embargo poseedores de una gran belleza y encantos. Nacidos o no de la fantasía de un pueblo cuyo sustento principal y proveedor era el mar.